BERCIANOSDE ALISTE

15.12.2017

Bercianos de Aliste se halla enclavado entre una de las numerosas montañas medias del paisaje alistano y el río Aliste. La localidad, de interesante arquitectura popular con numerosas casas de piedra, portaladas, alguna balconada, importante cerrajería y hermosos pontones sobre el río Aliste, sin embargo es famosa por su Semana Santa. En efecto, aquí, rodeada de cruces y de un calvario de granito, se celebra, especialmente, una de las procesiones más rústicas y auténticas de la Península, con cofrades que visten totalmente de blanco la túnica que les hicieron sus prometidas antes de la boda y que, luego, le servirán de mortajas, mientras otros lucen las pardas capas alistanas, para asistir al desenclavamiento de Cristo y su introducción en la urna. 

El entorno es el de todo Aliste, la comarca más desconocida de Zamora, que tiene profundos valles, de solitaria belleza, excavados por los ríos, con abundante vegetación y fauna. 


Desempadrinamiento


       TIPO                                       FECHA                                          DURACIÓN

Boda tradicional                         En las bodas                                   Al atardecer


Es una pequeña mascarada, singular y única en la provincia de Zamora y de la que no tenemos noticia en otros lugares de España. Sólo se celebra en las bodas, por lo que no tiene fecha fija ni estación concreta. Siempre se repite el mismo rito, independientemente de la época en la que se celebre.


TIPO Y DISTRIBUCIÓN TEMPORAL DE LOS ACTOS


Misa de boda.

Comida.

Paseo en carro de los novios.

Lanzamiento de carro y novios al río Aliste.

Desempadrinamiento.

Referencia temporal


El desempadrinamiento tiene lugar cuando empieza a anochecer, sea la época del año que sea.

Datos históricos y legendarios vinculados con la celebración festiva


A pesar de disponer de muchos datos documentales referentes a bodas, con prohibiciones sobre contactos entre novios después del compromiso, abusos en los gastos y otras peculiaridades, no consta en ningún sitio el acto que vamos a analizar.


Ámbito geográfico y espacio festivo


Bercianos de Aliste se halla enclavado entre una de las numerosas montañas medias del paisaje alistano y el río Aliste. La localidad, de interesante arquitectura popular con numerosas casas de piedra, portaladas, alguna balconada, importante cerrajería y hermosos pontones sobre el río Aliste, sin embargo es famosa por su Semana Santa.

En efecto, aquí, rodeada de cruces y de un calvario de granito, se celebra, especialmente, una de las procesiones más rústicas y auténticas de la Península, con cofrades que visten totalmente de blanco la túnica que les hicieron sus prometidas antes de la boda y que, luego, le servirán de mortajas, mientras otros lucen las pardas capas alistanas, para asistir al desenclavamiento de Cristo y su introducción en la urna.

El entorno es el de todo Aliste, la comarca más desconocida de Zamora, que tiene profundos valles, de solitaria belleza, excavados por los ríos, con abundante vegetación y fauna.

Espacios urbanos


Los actos se desarrollan por algunas calles del pueblo, el río Aliste y las proximidades de la casa del novio o de la novia, depende de dónde se celebre la boda.

Organización, Participantes y Asistentes


- Organizadores:

Lo hacen de forma espontánea unos cuantos mozos (siempre hombres). Ellos se disfrazan, buscan y "raptan" al novio y al padrino, "bailan la medida" y reparten la bebida.


- Personas y Colectivo Social Participante:

Así como la invitación a la Misa y a la comida de boda se hace a un determinado número de vecinos, al desempadrinamiento está invitado todo el pueblo y de hecho acude en masa. Es un signo más de unión entre el vecindario, como un recibimiento a la nueva unidad familiar.


- Espectadores y Asistentes:

Todo el pueblo es espectador y todo el mundo participa, aunque el protagonismo se lo lleven unos cuantos mozos, el novio y el padrino.

Financiación de la festividad

El único gasto, un cántaro de vino y unas roscas, las paga el padrino.

Elementos y Componentes Festivos

BODA TRADICIONAL

Pasando por alto la Misa de boda y la comida festiva, similar a la de todas las bodas, incluidas las urbanas, lo más interesante se produce después de comer. Los mozos tienen ya preparado un carro, decorado en sus costales con ramas verdes de chopo y flores. "Obligan" a los novios, vestidos ya con ropas informales, a subirse en él, del que tiran los mozos y les pasean por el pueblo, acompañados de toda la juventud, bien provista de cubos de agua, que arrojan a todo espectador o viandante que encuentran a su paso. El recorrido termina en la presa hecha en el río Aliste, donde arrojan carro y novios. En el buen tiempo, les acompañan en el baño también toda la juventud; no así, en pleno invierno.

Mientras se secan los novios, unos cuantos mozos -siempre hombres- se disfrazan con ropas viejas, muchas veces de mujeres, cubriendo sus rostros con pañuelos o ropas ceñidas, excepto los ojos. Cogen una burra, que ya tienen apalabrada con su dueño, y de esta guisa se dirigen a casa del novio.

Sin ningún miramiento entran con la burra por todas las estancias a buscar al padrino y al novio, que previamente se han escondido. Aquí se desarrollan los episodios más divertidos, puesto que buscan, siempre acompañados de la burra, por los sitios más recónditos y más en casas que todavía conservan cuadras y otras dependencias agrícolas, para acabar encontrándolos lo mismo dentro de un arca de la harina u ocultos bajo costales.

Con ellos a lomos del burro salen corriendo entre todos los espectadores a buscar el cántaro o "medida" -como aquí se denomina- de vino a la taberna, donde ya ha sido encargado.

Con él en sus manos y manteniendo a novio y padrino a lomos del burro regresan a la casa, donde todos los vecinos hacen un corro para que se "baile la medida" por parte de los enmascarados. Para ello colocan sobre el cántaro un plato con una rosca, una jarra o botella y un vaso. El baile, al son de gaita o de dulzaina y tamboril, consiste en ir pasando en el transcurso del baile las piernas por encima de la medida, hasta que alguno la derriba. En ese momento, empieza el reparto de vino entre todos los vecinos, mientras sacan bachillas de roscas para todo el mundo. Estas roscas, que ahora se hacen en la panadería local, antes se hacían en casa de la novia muchas veces ayudada por otras mozas (Méndez Plaza, 2002, 98) a base de harina, azúcar, anís y esencias. Entre roscas y vasos de vino comienza el baile que pondrá fin a la boda.

Descripción y características de los personajes festivos


Los personajes festivos son un número variable de mozos, que se disfrazan y protagonizan todos los actos, bien establecidos por la tradición.

Indumentaria

La indumentaria varía de unas bodas a otras, pero siempre está basada en la utilización de ropas viejas y máscaras de diverso tipo, que oculten quién se oculta detrás de ellas. Son frecuentes los disfraces femeninos.

Música, Danzas y Bailes

La música tradicional es a base de gaita y tamboril. Van ataviados con ropa de calle convencional.

Después del reparto de vino y roscas, comienza el baile, siendo las melodías interpretadas todos las tradicionales de la zona.

Tradición oral y otras formas de expresión cultural vinculadas con la fiesta


La mascarada sin lugar a dudas viene motivada por la tradición que tuvo el lugar de una Obisparra, o mejor dicho de una doble Obisparra. Esta Obisparra, pues tal era el nombre popular y oficial de la fiesta, se celebraba en dos períodos del año, por una parte el 31 de diciembre, lo que la convierte en una mascarada de invierno, y, por otra, el 29 de junio, festividad de San Pedro.

La primera, la invernal, estaba protagonizada por los pastores de la localidad, que "serían más de treinta". Se celebraba ya de noche, una vez que habían guardado el ganado. Vestido uno de Filandorra, con manteos y un abantal de ceniza, y armada del huso y de la rueca que le dan nombre, iba acompañada del Carocho, vestido de pieles y con máscara de corcho, en la que se pintaban los huecos de los ojos y la boca, y se le ponían dos cuernos de "borrego"; portaba tenazas no articuladas. Iban acompañado estos únicos enmascarados por tamboril y gaita o "puntera" y por el resto de pastores, alguno de los cuales llevaban cestas y sacos para guardar los aguinaldos. Recorrían así todas las casas del pueblo pidiendo y recaudando chorizo, tocino, castañas,.... Con ello, luego cenaban tres o cuatro días en el local de la Casa Concejo.

La mascarada veraniega era exactamente igual que la invernal, con los mismos ropajes y la misma finalidad. Se celebraba el día de San Pedro, como era usual en otras localidades muy próximas, porque esa fecha era la elegida para limpiar las fuentes del campo, pues llegaba el verano y había que tenerlas a punto. Los protagonistas eran los mozos solteros, que madrugaban y en grupos de cuatro o cinco, establecidos por el Alcalde de mozos, limpiaban las que les asignaban. Por la tarde, a partir de las tres, se disfrazaban del mismo modo que los pastores, pero "con mejores ropas porque éstos salían de día y se les veía", comenzaban la cuestación y la persecución de todos, especialmente de las mozas, al tiempo que encenizaban a todo el mundo.

Estas Obisparras dejaron de hacerse cuando empezó la emigración, época en la que disminuyeron los pastores y los jóvenes salieron a trabajar fuera, es decir en la época de los sesenta del pasado siglo.

Animales asociados a la fiesta

Un burro de raza alistana, sin ningún tipo de decoración.

Comidas comunitarias

La citada invitación a vino y a la rosca. Antiguamente también se daban trozos de pan, para mojar en el vino, cosa que actualmente no se hace, porque la gente joven "bebe poco vino; les gustan otras cosas".

Zamora-Jose Martin
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